jueves, 15 de mayo de 2014

Localización

SITUACIÓN GEOGRÁFICA

Linares es un municipio de la provincia de Jaén. Se encuentra localizado al noroeste de la provincia, concretamente en un pequeño altiplano que desciende desde la zona norte del término municipal, entre el sector oriental de Sierra Morena y la parte alta de la depresión del río Guadalquivir.
Linares es la capital de la comarca de Sierra Morena, ocupando el 14% de su superficie y el 57% total de la población.

DATOS DE INTERÉS

El gentilicio utilizado para los ciudadanos es el de "linarenses", teniendo un género común tanto para mujeres como para hombres. 

El término municipal abarca una extensión de 197'92 km², y tiene un total de 60.740 habitantes, según los datos demográficos de 2013. (¡Somos un montón!)

ACTIVIDAD ECONÓMICA

Actualmente, el principal sector económico que rige en Linares es el sector servicios, concretamente el comercio. La ciudad es foco comarcal en lo que a desarrollo comercial se refiere.
Destacamos el CCA, el Centro Comercial Abierto, que integra un elevado número de comercios que se encuentran repartidos por la ciudad. 


HISTORIA

El origen de Linares muchas veces se remonta a Cástulo. Tras la conquista de Baeza por Fernando VII, ésta quedo en el olvido, y a Linares se le fueron otorgando privilegios que serían respetados por los reyes de Castilla, quedando incluida Linares en el territorio de Realengo que constituían la comunidad de Villa y Tierra de Baeza.

Se podría decir que fue durante el S.XIII cuando se crearon las bases demográficas, económicas, sociales y políticas de Linares dada la nueva sociedad que había surgido en Andalucía tras la conquista cristiana. Durante los siglos XIV y XV Linares sufrió una etapa llena de inestabilidad política y social que se traducía en frecuentes luchas entre linajes y ciudades. A mediados del XVI, se presenta un aumento considerable de la población y un florecimiento económico debido a la riqueza agrícola y ganadera, siendo entonces cuando Linares obtiene el título de Villa de manos de Felipe II. La configuración urbana de la ciudad obedece a esta situación social: existe un núcleo medieval en torno a la iglesia y al castillo donde vivían los hidalgos, el clero, los que realizaban las profesiones liberales más prestigiosas y algunos artesanos. Adosados a la villa medieval aparecían una serie de barrios cuyos habitantes solían dedicarse a actividades agrícolas.

En los siglos XVII y XVIII, paralelamente a la agricultura y ganadería, se va desarrollando la industria minera, basada fundamentalmente en la obtención de plomo y en menor medida, plata. Este creciente protagonismo de la actividad minera irá acompañado desde mediados del XVIII, de un crecimiento demográfico y un desarrollo urbanístico que convirtieron a Linares en uno de los centros más importantes de la provincia durante el S. XIX., siendo la minería del plomo un sector privilegiado a lo largo de este siglo.
Los hechos que van a determinar la profunda transformación de Linares y la comarca será la nueva legislación minera y la incorporación de la tecnología del ferrocarril, que comunicaría la ciudad con los puntos más importantes del país, facilitando la afluencia de inmigrantes que influirán notablemente en la vida social, marcada con un desenfado y dinamismo desconocidos hasta ese momento y que configurarían el carácter abierto y cosmopolita que la harán diferente de las ciudades vecinas.


En el siglo XX se abre una nueva etapa en Linares. Unida a la crisis de la minería de los últimos años, surgen numerosas industrias en la ciudad que contribuyen al enriquecimiento y a la fama adquirida dentro y fuera del país debido a los numerosos productos que, salidos de España, llevarían su nombre y marca de procedencia. 

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